domingo, 22 de abril de 2007

A MI FLORERO

Realmente es por el dióxido de carbono lo que las hace crecer, cuando les hablamos o puede ser parte del proceso.

Tal vez crecen por que se sienten importantes y no de una forma egoísta, si no importantes para alguien, ese alguien que les da su confianza, para decirles cosas que muy probablemente no se las diría a nadie, o como si al hablar con algo de la tierra, de la naturaleza, de su origen, se sintiera en confianza al contarle sus pesares más profundos, sus secretos, sus sueños y sus fantasías, que en este mundo artificial, el cual hasta los sentimientos y las pasiones tiene que ser calculadas, lógicas y analizadas, y que el hablar con una porción aún natural de este planeta nos hace acercarnos a nosotros mismos, a nuestro verdadero ser natural, al que siempre ha estado en nosotros pero se nos olvida por las miles ocupaciones que en vez de ayudarnos a darnos una mejor vida, solo nos la va quitando poco a poco a cambio de un mejor estado ideal. Ideal por que nos da cosas para que nos pertenezcan, pero eso es un engaño, por que ni siquiera nos pertenecemos a nosotros mismos. La mayoría de las veces le pertenecemos a algo o a alguien.

Pareciera que las mercancías, productos de esos edificios inteligentes, que hacen y nos venden cosas bonitas, extravagantes, modernas, útiles y coloridas, para tapar la destrucción de la naturaleza, son a ellas a quienes pertenecemos. Las compramos para que nos usen, para que den la apariencia de que son importantes, y no es que la necesidad no nos haga comprarlas, pero la necesidad no debería ser el poder, la arrogancia, la acumulación, la manía, la egolatría, sino el utilizarlos para algo que sea necesario, que realmente nos ayude y nos haga mas fácil algo, no la simple arrogancia de acumulación.

Dime tú ¿es verdad lo del dióxido de carbono?, ¿es él, el que solo te hace crecer?, o es que yo quiero creer, que lo que te hace crecer es escucharme, escuchar a tu hija, esta hija que en su sueño más profundo imagina ser una flor, talvez una margarita, un clavel o una lila, una rosa o un alcatraz, o talvez una flor nueva, una flor que sueña ser yo o alguien más, por que como casi todos y especialmente yo, nunca estoy conforme conmigo y si fuera una flor tampoco estaría bien conmigo, y así como hoy que soy de la naturaleza y de la cultura, de lo hecho por el hombre, quiero ser completamente de ti, de tu tierra, de tu semilla, de tu raíz, pero si fuera flor, talvez no me gustaría estar en un solo lugar, pero me fascinaría que la lluvia me tocará cuando quisiera, que el viento me rozara todo el tiempo , que el sol me alumbrara medio día y que la luna me durmiera y velará mi sueño con su luz cálida y pálida, ¡eso me gustaría!, pero también viviría con miedo, como ahora, con el miedo de que me destruyeran, que me usarán para aromar a alguien o algún ambiente, para adornar una mesa, una iglesia o ser el regalo de una conquista, y que me alejarán como a ti, de mi tierra, de mi lugar, de mi espacio y quedarme atrapada en una maseta o en un florero, donde alguien me hablara y confiará en mi sus secretos, pero no me gustaría que no pudiera escucharme, que no pudiera oír mi grito desesperado para que me regrese a mi lugar, a mi naturaleza y me conserve en su mesa hasta que me marchitará y muriera, sin haber hablado con mis hermanas y no haber crecido como debiera, con todo lo que necesito.

¿Es verdad? Creo, que creo que es verdad, que el dióxido de carbono que expulso cuando te hablo, te hace sobrevivir, pero lo que te hace vivir es la esperanza de volver allá afuera, de las historias, de la historia que te cuento de mi vida, que te hace sentir importante, importante para mí, que aunque yo no te escucho, nos identificamos y nos necesitamos, tu necesitas mi aire y yo necesito liberarme de mis pensamientos.

Creo que lo hago, lo hago por que estoy loca, ¿pero quien no?, por que nunca estoy de acuerdo con algo, pero confió que en alguna parte exista la explicación de la relación entre tu y yo, que estoy segura de que existe, pero aún no la puedo descubrir, y que no es solo la explicación del uso de parte tuya, de mi dióxido de carbono.

1 comentario:

Israel Alatorre Cuevas dijo...

Wow Ale, jamás había leido algo semejante dedicado a un florero... es muy original pero no sólo eso, también me parece que roza la belleza. Felicidades. Israel.